Artículo en Prensa de Andrés Escarbajal

He aquí uno de esos artículos que no dejan indiferente a nadie. Más aún cuando reflejan la realidad de nuestro centro con gran exactitud, así como la opinión de la mayoría de nosotros sobre la Educación en nuestra Región.

Os invito a leer el artículo de ANDRES ESCARBAJAL DE HARO, que publicó el el diario La Opinión el pasado 22-2-07 y que os adjunto a continuación.

Hace un tiempo escribí sobre el Pacto Social por la Educación en la Región de Murcia y les anuncié que no pasaría de buenas intenciones (se supone), buena filosofía... pero no quedaban claros los cómo, ni cuándo, ni con qué, ni tampoco con quiénes (profesionales). Y ponía como ejemplo el caos de cada inicio de curso, a pesar de que salía el político de turno diez o cien veces diciendo que el inicio de curso había sido un éxito, que no había habido incidencias notables; aunque enseguida aparecían cartas por doquier en los diarios que desmentían esa euforia de los políticos y ponían las cosas en su sitio. Bien, ha pasado el tiempo y hemos comprobado que la mayor parte de las promesas han quedado en eso: promesas, renovadas ahora que se acerca un período electoral.

Recientemente hemos podido seguir en las páginas de este periódico la problemática de Churra, el C.P. Carolina Codorníu: instalaciones sistuadas en dos zonas separadas por más de dos kilometros (con el consiguiente inconveniente del traslado de parte de los alumnos al otro centro para usar el comedor); ausencia de salidas de emergencia en la planta del comedor; techos de uralita que se caen; 'soluciones' que pasan por módulos prefabricados (barracones, según los padres y madres); infraestructuras obsoletas... Lo que hace que la AMPA del colegio haya planteado como urgente la creación de un centro nuevo (o dos), sobre todo porque, además de las deficiencias señaladas, la zona verá ampliada su población en poco tiempo (no olvidemos que estamos hablando de la zona de expansión de los nuevos pelotazos, es decir, de los nuevos grandes centros comerciales). Y para reivindicar sus derechos al Ejecutivo murciano y al Ayuntamiento, los padres y madres del centro de Churra se encerraron en el colegio. La Administración manda un 'negociador' y éste crea más incertidumbre y no pocas dosis de indignación. Sube el tono del conflicto, entran en juego sindicatos y partidos políticos y la Consejería de Educación echa mano del manual del buen político al anunciar que va a dar "respuesta a las necesidades educativas de la zona de Churra con un proyecto viable que se ajuste a la oferta de suelo disponible y a las indicaciones de los técnicos educativos". Perfecto, para no decir nada y para comprometerse menos. "¿Y de lo mío qué?", responden los padres.

Entonces se vuelve a echar mano del manual del buen político: la culpa es de quienes quieren politizar el asunto. Una nota del la Oficina de Información del Ayuntamiento de Murcia del 2 de febrero de 2007 anima a las vecinos a aportar soluciones y a "no dejarse manipular (esto lo marcan en nletra negrita) por aquellas personas que pretenden que los centros educativos de la pedanía no funcionen". Uno la lee y tiene al menos dos cosas que decir: primero, una pregunta: ¿Quién o quienes no quieren que funcionen los centros? "Ah, nosotros lo hemos dicho y hemos eludido nuestra responsabilidad y desviando el problema momentáneamente." Segundo; se insta a los vecinos a aportar soluciones, y la AMPA del Carolina Codorníu no sólo denuncia deficiencias, sino que ha presentado proyectos concretos. Se le ha hecho caso cero. De modo que ¿quién manipula a quién? Claro que la Administración dice que "acepta cualquier sugerencia, siempre dentro de nuestras posibilidades". ¿Cómo? ¿No somos una región rica que se gasta 7.000 millones de pesetas en 'Televalcárcel' para realizar programas con preguntas preparadas y censura a quienes discrepan? ¿No se ceden terrenos públicos a instituciones educativas privadas?
Insisto en lo que escribí en su día: seguimos a la cola de España en Educación y las perspectivas no son nada optimistas. Los políticos se llenan la boca proclamando a los cuatro vientos que cada alumno tendrá su propio correo electrónico, que los centros están excelentemente dotados de ordenadores, etc., y la realidad nos dice que hay techos que se están cayendo, aulas masificadas, concentración de alumnos inmigrantes en centros públicos, falta de profesorado y otros profesionales de la educación...

Hace tiempo que el Partido Popular abrazó las tesis neoliberales en el campo educativo. Para el PP la educación es vista no como un derecho sino como un producto económico del mercado que está sujeto a la competencia, a las leyes de la oferta y la demanda y a la elección de los padres (listas públicas de resultados). El cliente compra un producto y se le debe ofrecer algo vendible, contenidos de aprendizaje, saberes enciclopédicos, notas altas, más que educación integral, aprendizaje y puesta en práctica de valores y actitudes solidarios. El gestor trabaja con parámetros de calidad de experto y no necesita el consejo ni el asesoramiento de la comunidad educativa, que no es experta en Educación. Y, como el cliente siempre tiene la razón, los profesores están sometidos a la presión de que sus alumnos sepan mucho, de que obtengan resultados tangibles, vendibles... en competencia con otros compañeros y compañeras. Por eso apuesta por los centros privados en detrimento de los públicos, Es su forma de ver la educación, impuesta por Esperanza Aguirre en Madrid y exportada (amén) a las demás comunidades gobernadas por el PP.

Dicho lo anterior, espero que los padres y madres del colegio de Churra tengan suerte: el ruido mediático producido (no sólo han demostrado preocupación y sensibilidad, sino excelente organización, implicación y compromiso) y la proximidad de las elecciones juegan a su favor.

A lo mejor es un ejemplo para los padres y madres con problemas similares.

ANDRES ESCARBAJAL DE HARO