El techo de Nuestra Sra. de las Lágrimas, del Cabezo, voló con el temporal y los escolares, que han estado sin clase, irán por la tarde al Rubio Gomáriz.
Los 450 alumnos del colegio público Nuestra Señora de Las Lágrimas, del Cabezo, han estado una semana sin clase mientras desescombraban los desperfectos causados por el viento el 7 de marzo, que arrancó el techo de uralita. El Ayuntamiento de Murcia tardará dos meses en repararlo.
Mientras, los niños irán a clase al colegio Rubio Gomáriz, que tiene 180 escolares. Éstos seguirán dando sus clases por la mañana y los de Nuestra Señora, por la tarde.
Aunque el Rubio Gomáriz está en la misma pedanía, los padres se quejan del cambio de horarios: «Los críos están acostumbrados a ir por la mañana. Muchos padres trabajan, ¿qué hacemos con ellos dos meses?», protestan.
La Concejalía de Educación se reúne mañana con la Consejería para ultimar detalles. «La obra empezará a finales de este mes. Los padres pedían que los obreros trabajaran por la tarde y los niños fueran a clase por la mañana, pero es peligroso», según la Concejalía.
Nuestra Señora de las Lágrimas no es el único afectado por el temporal. El viento tiró parte de la fachada de un bajo que está frente al Infanta Cristina, de Puente Tocinos: «Es un riesgo para los niños que juegan por allí», dice Antonio Gómez, uno de los vecinos.
El Ayuntamiento es el encargado del mantenimiento de los centros. Este año tiene 2,5 millones de euros. para ello. Además, recibió de la Comunidad un millón de euros para arreglos, en los que entraba el colegio Nuestra Señora de las Lágrimas.
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